Me había levantado, como otras veces, tarde. Volvía a oir una extraña conciencia, otra vez. Desayuno inconformismo y un me-da-igual no exento de un profundo mañana. Se calla y puedo salir de la cama con los pies descalzos, desnudo. Descubro, y no me lleva menos de cinco minutos, la tarea de dónde había ido a parar toda mi ropa; y una vez hecho, separarla del resto. ¿A nadie buenos dias?. Extraño, voy al salón, he pasado por un pasillo, miré por una puerta entreabierta; un joven manufacturaba un cigarro y algo más, estaba jugando al ordenador. Nadie en la cocina, solo platos sucios. Suciedad.
Salón; una chica dibujaba, unos ventipocos, pelo exótico; cojo y me siento en el sofá con pensamiento de despertar del todo, alguien sale de la terraza; otro pelo exótico. ¿Estará de moda? Son estilos diferentes, dice algo que no logro traducir al español y se va casa adentro. Yazco 10 segundos y la manufactura está candente. Y la pasan. Bla Bla Bla. Estos guiris, argentínos, italianos, ingleses; vaya usted a saber. Me lo pasan, me relajo y empiezo a escribir sobre el arte. Vaya risa. Me lo quitan con desespero, asiento y me siento. Coloco un punto y no me da tiempo, se abre la puerta. Buenas, y allí estaba ella, la única que habla mi idioma, o al menos el corporal. Lleva el pelo normal, gracias.
1 comentario:
Punto UNO:
Si Ella es la normal
y la Otra es la número 2
¿Yo soy la "señorita exótica número 1"?
Y punto dos, ¿Por qué somos nosotros los raros? ¿Eeeeeeeh? :P
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