Tantas veces he sido
menos que cero,
menos que las volutas
sinuosidades
del humo de un cigarrillo,
menos que un beso
en un sueño,
menos que un sueño besado,
menos que la furtiva
mirada
de un unicornio,
menos que el silencio rallado
tantas veces he sido
comida de perros,
carne de cañon en la noche
de lobos despedazado.
Tantas veces he sido
patriarca
de mi,
tu,
nuestra
cromática miseria
Fragmentos de la musa del océano Mar adentro.
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