Te odio
Te odio tanto que
me enfermo,
Que pienso que
este odio es imposible,
Que el odio que
siento no puede, no debe
Ser mi odio ni
poder dirigírtelo al pecho
Como una flecha
envenenada de odio.
Este odio es tan
odio que eres tú,
Que no puede ser ninguna
otra cosa,
Que el sentimiento
más profundo
Que haya sentido
jamás.
Me paro a pensar
En el odio que te
profeso
Y me pierdo en
recordar
Todo aquello que
me hace odiarte,
Que me envenena,
que quiere
Envenenarte,
Y que dejes de
existir.
Es un odio en lo
más hondo
Que llega de las
entrañas y
Se posa en la
cabeza para
Emponzoñarte el
alma desde
Sus adentros.
No es odio, es su
esencia,
Lo que provoca
aquello
Tan enorme y bello
, e importante
Que es imposible
que desaparezca;
Tan arraigado que
molesta,
Que destruye, que
No puede existir
para contigo
En mi cuerpo y
Que guias mis
pasos
Hacia tu cuerpo
Que odio,
Hacia tus besos,
Que detesto.
Para beber después
Del odio de tus
pasos
E incrementar el
que ya te tengo.
Y ver crecer, cómo
crece
Mi odio cuando te
veo,
Es mirar en la
fuente
Del odio que
mancha de negro
Mi interior, y
aquellos recuedos
Que no son
culpables
Del odio profundo
Que te tengo.
En realidad
entiendo
Que no me
entiendas,
Pues es tal
cantidad de odio
El que te tengo
Que comprendo
La falta de fé
En algo que se
pueda odiar
Tanto,
Y con tanta
fuerza,
Tan intenso;
Que te odie más
cuando
Porfín a ti te
hablo
Y te veo,
Solo un poco
mientras
De más odio me
llenas;
Cuando al fin te
odio con palabras
Y tú me las
devuelves
Manchadas de más
odio,
Y nos odiamos en
silencio
Bajo la estrella
tenebrosa
Del oscuro odio,
Ese que nos hace
ver
El odio con cariño
hacia
El odio.
Impregnarnos tú en
mi odio
Y yo en el tuyo,
Yacer bajo el
odio;
Porque yo sé que
tú me odias,
Mas tú no sabes,
ni tienes
La más remota idea
De cómo yo te
odio,
De cómo te guardo
ahí abajo
Bajo kilos de
odio,
Y que te entierro
profundo para
Que te quedes allí
en el fondo,
A kilómetros de
mi,
Bajo kilos,
Toneladas
De odio.
“Te odio tanto,
Que yo mismo me espando
De mi forma de odiar”
Que muero de odio
mientras
El miedo me
muerde,
Tan rápido que
devora,
Que no mata:
Aniquila.
Odio la
tranquilidad de tu figura
Y odio tus manos
en las mías,
la cercanía que
transmiten
Tus ojos
A los que odio más
que
A nada, más
Que cualquier cosa
Cuando me miran.
Y más te odio; ¡Dios!
Cuánto te odio
En sueños y despierto,
Como soñando despierto
Te odio.
¡Pero cómo puedo estar ansioso de tu odio!
Siempre esperando el momento
En el mar de odio y tiempo,
Para dedicarles
Segundos de mi odio,
Que es infinito
Aquí adentro.
¡Ay ¡
Si yo te odiase más,
Más que es imposible;
Solo sabría amarte.
Y tendría que aprender a odiar
El amor.
6 comentarios:
Joder, A. Qué bueno.
Opino igual. Lo he estado leyendo sin respirar.
Tanto odio, hermano, acaba convirtiéndose en un hábito amable, como fumar o mirar el mar.
Por lo menos es un odio sincero, qué voy a contarte, hermano. Por suerte no falta tabaco, ni mar, aquí. Gracias por pasar :)
Y a vosotras, mujeres! Ya sabéis, C, P, os detesto! :) Un besito
XDD Hacía mil años que no oía esta canción, como otros tantos que no aparecía por blogger, adivina que estaba sonando cuando entré a tu blog XD
Sonaba AQUELLA canción? Oh sí, espero que cuando lo leyeras además, xD gana significado. Re-wellcome
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