Frasario
José Knecht
31 ene 2011
Jarnés. La diligencia
29 ene 2011
Sr Guau Dixit
Puedo dejar un montón de versos de mierda escritos; si me apuráis en sánscrito, pero no temáis, ni voy a publicarlos, ni saldrán a la luz; ni tocarán el aire y el viento que les vio nacer; ni el lápiz que murió en cada giro implacable que dio a la lengua que los creo; nada tendrá cabida en ellos, ni siquiera yo, y mucho menos mi alma. Se han perdido los versos inválidos por un tiempo de historia asesina que da a sus hijos decadencia y pena en un regalo fascista para con ellos mismos, deseosos de política exánime y apagada, de poesía acabada ¡Qué digo! Enterrada bajo el gris inerte de ciudades descabelladamente descabales, enormes y cansadas que se yerguen creyendo ser imponentes, llenas de gente impotente que no cabe en un solo coche, impotentes, un solo piso o una sola comida al día porque necesitan más del resto de personas; necesitan su carne y sus huesos, y su sangre y sus vísceras para pagar un poco más de suela, gastada de pisar la arena que cuesta el pan duro de los demás; más de los que se dejan pisotear sin hacer nada para evitarlo por tener un futuro tan vacío como inútil, lleno de nada. Una nada tan grande que ni el rojo ni el azul, ni el verde o el blanco tienen cabida en ella, y tan sólo un negro interés, no interesante; asfixiante y asesino tiene lugar perpetuo en corazones vacíos sin sangre que llegue a cabezas cortadas hablando mierda por cuadros abstractos, cúbicos, parnasianos, dantescos: “compre microenemas, aleje los gases de usted, huela mejor, lávate el pelo, cepíllate los dientes, se correcto y compre bolsas de basura orgánicas y recicle". Recíclese, métase en la bolsa de basura, acabe con esto. Yo os deseo un feliz Réquiem, cerdos, mientras celebráis que andáis en círculos y “que nadie nos saque de aquí que nos sentimos seguros y arropados”, casi con alas sin compresas. Y que nadie se atreva, nunca a luchar por cruzar el mar o las montañas tan bellas y lejanas que se otean desde el horizonte. Que ¡Nadie! mire la linea difusa que separa el mar y el cielo en días en las que no existe dolor ni pena, ni horizonte ni linea divisoria entre ambos. ¡Seguid andando! En fila india, y tú, párate, no pienses y toma algo de agua mineral carbonatada decantada especialmente para caucásicos. No la compartas y siéntete extraño con el resto de un mundo tan enajenado como alienado que vomita dulces llantos infantiles sin futuro día tras día, tras día. No es decadencia cariño, amor, es que me duele, y ahora sólo se me ocurre paliar el alma mediante los sentidos como a mi amigo Henry, escaparate del cinismo en que participamos, solo, solamente se me ocurre tumbarte en un tálamo crudo y frío en contraste con el calor de tu pecho y descender mientras mis manos trémulas ascienden por tus piernas que separas para enseñarte la verdadera decadencia y culpa del placer: el amor, romper mis huesos contra la carne entregada y partir mi alma bajo el calor del sudor. Y tal vez luego llore al mirar las paredes que nos encierran y al sacar la cabeza por la ventana sienta que mi bocanada de aire esté llena de un viento hediondo; de un otra vez, aire pusilánime y apocado en que la gente vive y se acoquina como gusanos en vez de morder al sol, a la lluvia contra el viento y levantarse en un canto eterno y una marcha conjunta contra la distopía en que creemos, participamos y crecemos con nuestra inapetencia e ineptitud. Y entonces ya me contaréis de qué me sirven a mi unos versos henchidos para sentidos vacuos, ojos vacíos, inexpresivos y cerrados que prefieren el placebo de una democracia que murió con los griegos y se retuerce como se retuercen los huesos de aquellos que pensaron en que la poesía cambiaría el mundo, dominaría los corazones; que el don de la palabra retumbaría en montañas, lagos, y en los oídos de vuestra puta madre. Así que no me vengáis con que no puedo escribir con el hígado y escupiros bilis a la cara. No, porque solo me queda esto y algunos versos para evitar engrosar las listas de asesinatos o suicidios, según pille el día, haga sol, o como en todas las buenas películas, llueva porque el cielo llora al vernos desde arriba.
24 ene 2011
Bs
Entras, dudas; miras: caras. Dios qué horrible –dices- partícipe de la vorágine inerte que domina sobre todos. Y te fijas en los rasgos y en la ropa, y defines sin tocar, ni observar, ni hablar; defines con mirar: pasar la mirada por encima de las personas; por encima como todos hacen: nuevamente partícipe.
La negación en el castellano de la Edad Media: los romances. Y entra ella y tu con esta cara y nadie que te avisa. No te sientes a mi lado, tengo que repasar la exposición de ahora. Te dices. No, justo frente a ti, listo. La tienes delante. La mujer total ante tus ojos, la naturaleza ha cobrado vida dándole expresión femenina. Y la pequeña depresión diaria tras el alba desaparece; el prozac puede esperar hasta la cena. Ella abre el periódico a cámara lenta, por supuesto y el gusano se pone en marcha a cámara rápida para viajar –lentamente- a través del corpus de una ciudad dominada por parásitos de este tipo; a través de unas venas gastadas e interminables que se extienden inextricables tanto en la mañana como en la tarde. Inútiles y horriblemente necesarias, como neuronas con alzheimer.
23 ene 2011
:O
Tiernos 17 años
Y aún me despierto con el eco de tu risa,
con la suave caricia de tu piel bajo las sábanas.
Con el dulce olor de tu pelo en la almohada,
con tus bellos labios cerca de los míos.
Con tu dulce mirada, en mi clavada,
los dos, tu, mi amada.
Y yo, como amante,
en el esbozo de tu sonrisa
tras la música de tu voz
en tu trémulo suspiro
tras la bohemia ilusión,
que significa ver tus ojos
musitando viejas canciones
a mis oídos, viejas ilusiones.
Mi alma marchita,
evocando tu sonrisa
entre hielos invernales
imaginando mil finales.
11 ene 2011
Papeles de papelera II
9 ene 2011
Papeles de papelera I
6 ene 2011
Noches II
Y a mi que coño me importa que tú seas un náufrago o la puta virgen María
Pero cariño, yo soy poesía, yo soy pasión, entiéndeme, y siendo dos pes no soy del PP, de qué te quejas
Te digo que me importa esto, y menos; que te pregunto si follamos, no si quieres casarte conmigo, hostia.
Y acariciarte el cabello, oro bruñido al sol relumbra en va...
Que o te bajas los pantalones o me largo, gilipollas.
¿Sabes qué rimaría con eso?
El sonido de la puerta cerrándose y tú masturbándote en la soledad.
Eres cruel conmigo ¡Yo te amo!
¡Y yo casi te creo! Qué bien finges, amor, casi mejor que yo.
En eso te equivocas, ¡Te necesito!
Nunca a la poesía le hizo falta la amada, el amado, o la puñetera madre que la parió. Follamos, ¿o no?
Yerras nuevamente, amor, si tan siquiera pudiera explicarte...
Que para ti soy un lienzo en blanco, un papel más, arrugado dentro de poco en la papelera. No más que otra de aquellas, o de estas otras, de tantas
Y a todas os quise con locura! ¡A todas!
¡A ninguna! De ahí esto, hazlo aquí como un perro, como animales y siente el vacío que dejas después tú también, el frío ¡Me cago en la leche!
Pero yo amo cada verso, amo cada recóndito lugar de tu cuerpo con la misma intensidad con la que brillan los astros ¡No puedo darte más ni amarte más! ¡Estás mintiendo!
Pues te estás bajando los pantalones ya porque me tienes hasta aquí de tus poesías, y tus puñetas, y de que mis ojos son universos, y los adoquines son la madre que te parió. Es Navidad, quiero que me la metas y no pienso pedirlo a Papá Noel.
¿Cariño, te he hablado alguna vez de Isla Tortuga? Y...¿Papá Noel...? Enferma
¿Te he hablado de tu madre?
Hablando de madres ¿Sabes que los reyes magos son los padres?
¿Pedirás un pene para el seis, entonces? Igual lo mismo así...
No. Pero tú puedes ir pidiendo lo que te venga en gana.
Por pedir que no quede ¿No, cabrón?
Perdón, y a poco de sentirme halagado: naufrago. Y si me permites, me espera la paz de la playa, donde te haré el amor como nunca nadie lo ha hecho, como jamás nadie lo hará, y hasta el mar, las olas, la playa y la propia arena llorarán a coro, henchidas en belleza. Y no sólo contigo...
Y así se va, recreándose en su mierda,” arrivederchi, bon buayás, bay, aloja” ¡ Y me cago en tu pu..!
El sonido de una puerta nunca deja indiferente -a nadie-, y mientras me recostaba en la cama, seguí oyendo golpes y maldiciones tras el umbral, que lentamente se fueron apagando y cediendo al cansancio, desapareciendo para siempre como la voz de una mujer calumniándote –que todo hay que decir, resulta de lo más reconfortante- y volviendo al lugar de donde nunca debió haber salido: Mi memoria. Acaricié a la gata, que me miraba con sus ojos que todo lo saben. Bostezamos más por gusto que por cansancio. Sonreí con ella.
-Hoy te fui, te seré, he sido infiel. Pero tú nunca lo sabrás –le confesé-
5 ene 2011
Noches I
Llegué a casa sin alzar la vista del suelo.
4 ene 2011
Propósitos de año nuevo
Blogs
Inexplicables Seguidores
Beren
Datos personales
- Alruin
- Antarctica
- Me gusta doblar los libros, subrayarlos, pero sobre todo leerlos. Me gusta mi gata, más que muchas personas. Hacer tartas. Dormir cuando pían los pájaros y estar en vigilia cuando otros duermen. Huyo del gentío. Las cosas complicadas.